Un consumidor lesionado puede presentar un reclamo por responsabilidad del producto basado en negligencia, responsabilidad estricta o incumplimiento de la garantía.

Para tener éxito en una teoría de negligencia , el consumidor debe probar que el fabricante, el vendedor y/o el distribuidor tenían el deber de proporcionar o crear un producto seguro, y que el fabricante, el vendedor y/o el distribuidor incumplieron su deber, y que ese incumplimiento causó el daño al consumidor.

Florida también permite un estándar de “responsabilidad estricta” para los casos de responsabilidad por productos. Esto significa que un fabricante, vendedor y/o distribuidor puede ser considerado responsable de las lesiones de un consumidor incluso si no fueron negligentes; sin embargo, el consumidor debe haber estado usando el producto como estaba previsto. Con este estándar, la parte lesionada no tiene que probar negligencia, solo que el producto era defectuoso y causó daño.

Un incumplimiento de la norma legal de garantía implica reclamos de que un producto no cumplió con ciertas promesas o garantías con respecto a su calidad o rendimiento. Hay dos tipos principales de garantías relevantes en estos casos: garantía implícita y garantía expresa. En Florida, probar un incumplimiento de la garantía no requiere demostrar negligencia; en cambio, se centra en el hecho de que el producto no cumple con los estándares de calidad o rendimiento garantizados. Para tener éxito utilizando este estándar, un consumidor debe probar que el producto se vendió en un contexto comercial y que el producto no cumplió con los estándares de comerciabilidad o no era adecuado para el propósito previsto.